Hoy
quiero recoger una breve reflexión sobre uno de los que eran mis ámbitos de
trabajo hace unos dos años, todo a raíz de observar como una pequeña empresa
familiar, sin necesidad ni certificaciones oficiales, aplica en su filosofía
desde su nacimiento mucho antes de la moda de la "titulitis"
empresarial, el sentido común y cumple con él los criterios que exige por
ejemplo la certificación en efr. Estoy hablando de una tienda en Palma,
"Recursos Naturals" una herbodietética que puede hacer gala cada día más de ser una "Empresa
familiarmente responsable" y con la que tengo el placer y el orgullo de
colaborar. En este link podréis ver su comunicado, no tiene desperdicio y esa es la actitud que mueve montañas!
«Debemos ser la expresión del cambio que deseamos ver en el mundo» ...
Posted by Recursos del Medio Natural on Martes, 11 de agosto de 2015
Su última mejora,
una reorganización de horarios, llevada a cabo desde la comunicación directa
con los empleados, estableciendo juntos la mejor manera de llevarlo a cabo, los
objetivos, las ganas, los detalles,... Sí, estoy refiriéndome a una pyme, no a
una gran corporación a la que los títulos colgados de sus majestuosas paredes
les hacen más grandes, no, estoy hablando de una empresa familiar, cálida,
acogedora y preocupada desde siempre por el bienestar tanto de empleados como
de clientes, con flexibilidad ante imprevistos o previstos, con actitud de
mejora contínua, con ganas de seguir aprendiendo siempre y con voluntad de ser
mejores terapeutas, mejor empresa, mejor sociedad, en definitiva de
seguir siendo personas "humanas", de no dejar que la corriente te
lleve donde a casi todos, a priorizar la mejora de las cuentas de
beneficios a costa de la espalda de tus empleados y es que mejorar las
condiciones de empleados revierte directamente en una mejora empresarial que
llega de igual manera a la cuenta final de beneficios.
Y es que
últimamente no paro de recibir casos en los que la crisis es la excusa ideal
para aplicar medidas dignas de la era medieval, para retroceder años atrás en
aras de conseguir reflotar la empresa pero siempre a costa de
"explotar" a tus "recursos humanos", una etiqueta que nunca
me ha gustado ya que asimila a las personas a las máquinas, y eso que he
trabajado muchos años en un departamento de recursos humanos, quizás ese sea
uno de los motivos por los que decidiera tomar el vuelo...
Pero me
gustaría profundizar un poco en que se entiende por Empresa familiarmente
responsable, (texto tomado y adaptado de la Prof. Nuria
Chinchilla Albiol, Directora del Centro internacional Trabajo y Familia ESE
Business School). Así pues EFR es un
movimiento internacional que, formando parte de la RSE (Responsabilidad
Social Empresarial), se ocupa de avanzar y dar respuestas en materia de
responsabilidad y respeto a la conciliación de la vida familiar y laboral, al
apoyo en la igualdad de oportunidades y a la inclusión de los más
desfavorecidos, tomando como base la legislación vigente y vinculante y la
negociación colectiva, de forma que las empresas efr realizan una
autorregulación voluntaria en la materia. EFR responde a una nueva cultura
sociolaboral y empresarial basada en la flexibilidad, el respeto y el
compromiso mutuos.
Según una
encuesta realizada por el Families and Work Institute, un gran número de
personas cambiaría algunas compensaciones y beneficios por flexibilidad para
poder reconciliar la vida laboral, familiar y personal. La familia del empleado
empieza a ser importante, pasando a convertirse en un nuevo stakeholder de la
empresa. Las empresas no son las únicas responsables de la vida familiar de las
personas, son complementarias de otras muchas medidas tomadas por distintos agentes
sociales, entre ellos el Estado y las Administraciones públicas, pero sí pueden
contribuir de manera significativa a mejorarla.
Tres son las
áreas que influyen en la vida de una persona y que son influidas por ella:
familia, empresa y sociedad, los tres vértices de un triángulo en constante
evolución que pivota sobre la vida de familia. Familia y trabajo son dos
ámbitos de desarrollo humano y profesional y es importante darse cuenta de que
el trabajo es instrumental para la familia y para la persona y no al revés. En
este triángulo de familia, empresa y sociedad la persona está en medio y va
conformándose cada vez como más madura o más inmadura, dependiendo de las
decisiones que se tomen y lo que se esté viviendo. Para humanizar la sociedad y
construir esa riqueza necesaria de capital económico, humano y social, se
necesitan familias, y empresas que sean familiarmente responsables para tener
sociedades fuertes. 3 La realidad es que la jornada laboral está organizada
como si las personas que trabajan en la empresa no tuvieran otras actividades
que hacer en su vida. Hay muchas organizaciones que ignoran la vida privada de
sus empleados y muchas veces, los padres de familia tienen que hacer un
esfuerzo extraordinario para poder llegar a todo, tanto en la vida laboral como
en la familiar.
Durante mucho
tiempo se ha pensado que la maternidad es un coste y se ve como un problema
para las compañías cuando en realidad tenemos nueve meses para pensar cómo
planificar los cuatro meses de baja por maternidad. En cambio el estrés sí que
está haciendo que las empresas tengan realmente bajas inesperadas y mucho más
largas, porque somatiza en enfermedades. De hecho, hay más bajas por estrés que
por maternidad. El estrés es una enfermedad, la maternidad es un
enriquecimiento de la persona porque el que ejerce como padre y como madre está
desarrollando competencias y habilidades que después llegan a la empresa y le
añaden valor.
Si hacemos
memoria del pasado, todavía podemos recordar que hace cincuenta años no
existían políticas que protegieran activamente el medio ambiente. Había una
falta de conciencia en las empresas de estar destruyendo y dañando el planeta
Tierra. Nos llevó tiempo entender y aprender los múltiples efectos perversos
que llegan por no proteger el medio ambiente. Ahora sabemos que tenemos la
necesidad de preservar los recursos naturales en el planeta para nuestro uso y
para el uso de las futuras generaciones, y las empresas que contaminan el aire
o los ríos tienen que pagar sanciones. Con ellas pueden ponerse en marcha
piscifactorías que repueblen los ríos. Hoy en día, sin embargo, muchas empresas
siguen sin ser conscientes de que están destruyendo la ecología humana,
contaminando su propia organización y la sociedad con prácticas que la dañan y
deshumanizan, ya que no permiten que los empleados satisfagan su
responsabilidad como cónyugues o padres, con lo cual se debilitan las familias,
la única “humanofactoría” forjadora de capital humano y social.
Espero haber aportado algo de luz sobre el
tema, y si alguién se siente motivado a luchar por esa causa, tan solo tiene
que entrar en contacto con la Fundación Más Familia http://www.masfamilia.org/ es la responsable de
impulsar esta iniciativa que lleva ya años de aplicación y en la que están
acreditadas como certificadoras ya muchas empresas como por ejemplo AENOR.
Hagamos entre todos del trabajo y de la
sociedad factores que sumen, o multipliquen, pero que no resten ni dividan!!!